Durante mi formación en coaching me enseñaron distintas técnicas para acompañar a las personas en su descubrimiento personal. Pude observar las distintas respuestas en función de la técnica aplicada: si se incluye el movimiento físico durante la sesión (caminar) las emociones se expresan de manera mucho más intensa llegando a bloquear y detener justamente, el propio movimiento.
Pero ¿por qué? ¿qué es lo que sucede en nuestro cerebro? ¿qué partes se estimulan? La repuesta es neurociencia.
Con ella, podemos analizar desde un punto de vista holístico nuestro sistema nervioso, conocer nuestro mapa neuronal o aplicarla en pacientes con enfermedades mentales, explicar nuestra conducta o nuestra toma de decisiones.
Gracias a las nuevas tecnologías, la observación del cerebro es minuciosa. Con big data, la realidad virtual o el uso de la inteligencia artificial ¡podemos crear máquinas con sentimientos!
Aplicada al marketing y a la comunicación, la neurociencia puede analizar nuestras respuestas y comportamientos durante un evento, cuando vemos una película o un anuncio comercial, ¡esto va mucho más allá del algoritmo de google!
Siento escalofríos y miedo a partes iguales y aunque el debate desde un punto de vista ético y jurídico está servido, como también despierta en mí una gran curiosidad, me presté como voluntaria para formar parte en un piloto durante un evento de mujeres empresarias. Aún no sé si el aparato consiguió detectar mi nivel de indignación durante alguna de las ponencias, pero este ya, es otro tema.
¡Buena semana!
#AlgoBonito